El implante coclear es un aparato que permite recuperar la audición a las personas con sordera severa, siendo el único tratamiento eficaz que existe hoy en día para este tipo de sordera. Una hipoacusia se considera severa cuando el paciente no puede entender las palabras aunque lleve un audífono.
Mediante una intervención quirúrgica se coloca un dispositivo electrónico en el interior del oído: es el llamado implante coclear, que transforma el sonido en señal eléctrica, la cual estimulará al nervio auditivo.
La intervención se realiza con anestesia general, requiriendo solo una noche de estancia hospitalaria. Su duración es de unos 90 minutos.
Tras la intervención, la mayoría de pacientes necesitarán un seguimiento y/o tratamiento logopédico, para poder interpretar correctamente la información auditiva proporcionada por el implante coclear, y así entender y usar el lenguaje correctamente.
Se pueden colocar en pacientes entre 6 meses y 80 años. En pacientes de edad avanzada, la única condición es un correcto estado de salud. En el niño son muy eficaces, permitiendo un desarrollo normal del lenguaje, cuando se realizan pronto (idealmente antes de los 3 años de edad). En el adulto que ha perdido la audición después de haber oído (de haber adquirido el lenguaje), los resultados dependen del tiempo transcurrido desde que perdió la audición.