¿Cuántas veces nos habrán dicho nuestras madres que escuchar la música muy alta es malo para los oídos? ¿O que bajes el volumen de la televisión? Probablemente hayas perdido la cuenta. Escenas cotidianas como ésta las hemos vivido todos, pero desgraciadamente a veces han sido en vano. Imaginarse una vida sin ruidos es una idea utópica, ya que hoy en día estamos expuestos diariamente a él. Así que, si visto lo visto, no podemos deshacernos de él ¿cuál es la solución que tenemos? Ya lo dijeron nuestras madres: prevenirlo.
La exposición al ruido es una de las mayores causas de pérdida de audición. Es un hecho. Estamos expuestos a él tanto en el trabajo, como en la calle, como en casa. De hecho, una de las causas principales de pérdida de audición está relacionada con el ruido en el tiempo de ocio. No es la primera vez que hemos señalado que asistir a conciertos, salir a discotecas o incluso asistir a clases de spinning, son causas directas de tinnitus y pérdida de audición.
Previniendo, reducimos el riesgo de la pérdida de audición. En otras palabras: no escuches la música muy alta, baja el volumen de la tele o, directamente, no te expongas a ruidos. Si tu madre insistía tanto era para concienciarte de ello. ¿Has oído bien?