¿Perder audición es sinónimo de reducir nuestra calidad de vida? No necesariamente, aunque por un momento pónganse en la piel de los más ancianos. En su caso, este hecho acaba siendo inevitable; les contamos por qué. Con la edad, la capacidad para comunicarse va perdiendo eficacia hasta el punto de que, en muchos casos, llega a limitar el espacio de movilidad. Es decir, a la larga, su calidad de vida acaba disminuyendo.
Los datos no salen por mera deducción. Según unos estudios realizados por universidades de Finlandia, la falta de movilidad de los ancianos en su entorno está influida por la pérdida de audición. Entonces, podemos decir que tiene un impacto directo sobre su vida cotidiana, aunque no a todos les afecta de la misma manera.
A aquel que sale a comprar el periódico, se deja caer por la biblioteca y queda con sus amigos para jugar al ajedrez con asiduidad, lógicamente le afectará mucho más que al que suele quedarse en casa. En cualquier caso, este problema es un hecho entre la población mayor de 75 años. Los problemas auditivos limitan el espacio de movilidad y, por lo tanto, el espacio para la actividad. La calidad de vida pues, envejece todavía más.
Fuente: http://www.hear-it.org/es/los-problemas-auditivos-pueden-limitar-el-espacio-de-movilidad