Cuatro nuevos estudios científicos llaman a la puerta del conocimiento en el campo de la otorrinolaringología. En concreto, de las causas de la pérdida de audición, a veces tan evidentes y tan inciertas. En los últimos años se ha abierto un nuevo camino en la ciencia que nos lleva a la demencia. Ahora, se ha confirmado que la pérdida de audición es su antesala. Los datos lo dejan al descubierto.
Un primer estudio alemán realizado a más de 154.000 personas entre 2006 y 2010 determinó que aquellas con discapacidad auditiva tenían un riesgo mucho más elevado de sufrir demencia que las demás. De la misma forma, un estudio inglés realizado con datos de un del envejecimiento a personas mayores de 50 años también determinó que el riesgo de sufrir demencia era mayor en personas que reportaban audición pobre. Asimismo, otro estudio taiwanés lo corroboraba, aportando nuevos datos de interés: entre los individuos con pérdida de audición relacionada con la edad, las mujeres eran más propensas a desarrollar demencia.
Un estudio inglés realizado con datos de un del envejecimiento a personas mayores de 50 años también determinó que el riesgo de sufrir demencia era mayor en personas que reportaban audición pobre.
Con todo, un informe de la comisión de The Lancet Comission on Dementia Prevention, expuso otros factores que también aumentan el riesgo de demencia. Entre ellos se encuentran la hipertensión y obesidad de mediana edad, la depresión en edad avanzada, la diabetes, la inactividad física, el fumar, el aislamiento social y obviamente la pérdida de audición. Sabiéndolo, no demos margen a la demencia.