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Según varios estudios finlandeses, la discapacidad auditiva en personas mayores dificulta que se relacionen con otras personas. El estudio, muestra el vínculo entre la discapacidad auditiva y el grado de implicación en actividades sociales.

Las personas con problemas auditivos suelen involucrarse menos en eventos sociales. Participar en actividades en grupo representa un desafío para ellos, debido a los inconvenientes que surgen para mantener una conversación en un entorno ruidoso.

Los estudios confirman que las personas mayores que no se relacionan socialmente ven afectada su calidad de vida. Algunos ancianos reconocen que debido a sus problemas auditivos, no son capaces de vivir la vida como verdaderamente quisieran.

Los discapacitados auditivos emplean otros sentidos

En uno de los estudios se realizó una encuesta a 848 personas de 75 a 90 años la cual reveló que, casi la mitad de los entrevistados, coincidían en tener algún problema a la hora de mantener una conversación con otra persona en un entorno ruidoso. El estudio dejó al descubierto que uno de cada diez, consideraba que esta situación era realmente problemática.

Los estudios señalan la importancia de la prevención y el tratamiento de la pérdida de audición, para facilitar la vida social de las personas con problemas de audición. 

En el momento en el que la comunicación se rompe, las personas con problemas auditivos se sienten torpes y frustradas. De este modo empiezan a aislarse para no volver a sentirse así. El aislamiento, la falta de interacción social y la falta de estimulación auditiva, hacen que la actividad cognitiva disminuya más rápido que en una persona que es socialmente activa. Al poco tiempo pueden presentarse serios problemas de memoria, atención y comprensión.

Los estudios, señalan la importancia de la prevención y el tratamiento de la pérdida de audición, para facilitar la vida social de las personas con problemas de audición. Estas personas se ayudan de otros sentidos, además de la audición, por lo que hablar frente a frente se convierte en un acto imprescindible para facilitar la lectura de labios. Así, les resultará menos dificultoso el hecho de involucrarse en actividades sociales.