Dicen que más vale prevenir que curar. Si esta frase es universal, todos deberíamos aplicarla. Incluso los higienistas dentales. Puede sonar paradójico, pero una encuesta entre profesionales de este sector y de largo recorrido ha revelado que la prevalencia de la pérdida de audición en este grupo es muy elevada. ¿Por qué? En la exposición a ruidos está la respuesta.
Los casos de higienistas dentales con dificultades auditivas que afirmaban haber usado raspador, se duplicaban en relación a los que no. La prevención es la única cura.
De hecho, los investigadores descubrieron que la exposición a los ruidos de determinadas herramientas como el raspador ultrasonido puede contribuir a que desarrolle dificultades auditivas. Los números no engañan: la incidencia entre higienistas de 56 años de media de edad alcanza el 40%. Una cifra sensiblemente elevada y relevante si, además, tenemos en cuenta algunos datos. El 17% de participantes que afirmaban tener dificultades auditivas por el uso del raspador fue constatado por audiólogos en un 91% de los casos.
Por otra parte, los casos de higienistas dentales con dificultades auditivas que afirmaban haber usado este tipo de aparatos, se duplicaban en relación a los que no. Se impone la evidencia y, por tanto, la solución al problema: la prevención es la única cura. Aplicarla está en nuestras manos.