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Cuando la sinusitis deriva de una rinitis: en qué se diferencian y cómo evitarlo

Sinusitis

La producción excesiva de moco propia de la rinitis puede ocasionar una obstrucción de las aberturas paranasales, y la consecuente proliferación de bacterias patógenas o de virus.

Muchas veces la sinusitis es una complicación de la rinitis; una condición clínica que recibe el nombre de ‘rinosinusitis’. Y es que es relativamente habitual que un cuadro de rinitis severa no tratada derive en un cuadro de sinusitis; aunque ésta pueda deberse también a la complicación de un resfriado, e incluso a una alteración en la fisiología de los senos paranasales.

Así lo explica el doctor Jordi Coromina, otorrinolaringólogo del Centro Médico Teknon de Barcelona, quien distingue por un lado la ‘rinitis’, “una patología de origen alérgico o infeccioso que consiste en la inflamación de la membrana mucosa que recubre las fosas nasales”; mientras define que la ‘sinusitis’ suele ser de origen infeccioso y consiste en la inflamación de la mucosa que recubre los senos paranasales.

Ambas consisten en la inflamación del epitelio mucoso del aparato respiratorio superior, según describe, si bien aclara este experto de Teknon que la diferencia clave está en ubicación.

“La rinitis se basa en una inflamación, desencadenada por una reacción alérgica o una infección vírica, de las fosas nasales. Es decir, es un proceso inflamatorio en el revestimiento mucoso de la nariz. En cambio, la sinusitis se basa en una inflamación, desencadenada generalmente por una infección bacteriana o vírica, de los senos paranasales, unas cavidades huecas llenas de aire en el cráneo detrás de la frente por una obstrucción de las aberturas de las mismas, y a raíz normalmente de una presencia excesiva de mucosidad”, detalla.

Cuando hay mucho moco

Insiste de esta manera en que la producción excesiva de moco propia de la rinitis (normalmente de origen infeccioso) puede ocasionar una obstrucción de las aberturas paranasales, y la consecuente proliferación de bacterias patógenas o de virus, que provocarán una inflamación del revestimiento mucoso de estas cavidades, dando lugar a una sinusitis.

Aquí destaca que es posible que se tenga un riesgo elevado de contraer sinusitis si se presenta: Fiebre del heno (Rinitis alérgica); un resfriado común que afecte los senos paranasales; una anormalidad en las fosas nasales, como tabique nasal desviado, pólipos o tumores nasales; enfermedad respiratoria baja como fibrosis quísticatrastorno del sistema inmunitario, como VIH o sida; exposición al humo, ya sea por fumar o a través de la exposición al humo de segunda mano; asmasensibilidad a la aspirina; cambios de altitud, como cuando se vuela o se bucea.

Los síntomasen el caso de la rinitis, según resalta este experto, serían estos: Estornudo frecuente; picor de nariz; ojos llorosos, picor y enrojecimiento; mocos abundantes (goteo nasal y postnasal); congestión nasal; y oídos tapados. A su vez, en el caso de las sinusitis, sus manifestaciones son las siguientes, tal y como apunta: Dolor de cabeza, de los dientes, y en la zona de los pómulos; pérdida de olfato; alta sensibilidad facial; halitosis (mal aliento; dolor de garganta; tos; malestar general; y la fiebre.

¿Se puede evitar que una rinitis derive en una sinusitis?

Con todo ello, Jordi Coromina aconseja a la hora de evitar que una rinitis derive en una sinusitis el huir en primer lugar alérgenos, y para ello emplear mascarilla, ya que la rinitis puede estar causada por alergias, es decir, que haya alérgenos aéreos que la desencadenen (polen, los ácaros del polvo, la caspa de mascotas, o el moho, entre otros); evitar la convivencia con el animal de compañía en cuestión, si se trata de rinitis derivadas del epitelio animal.

Hay una serie de tratamientos preventivos, recuerda este otorrinolaringólogo del Centro Médico Teknon, y cuando se trate de alérgenos estacionales sostiene que está indicado al inicio de la estación del año implicada el empleo de antihistamínicos, o por ejemplo con inhalaciones de fármacos descongestionantes, entre otras opciones.

“En las rinitis infecciosas como las virales, del catarro común, las medidas preventivas consisten en el lavado de manos frecuente, evitar lugares cerrados o con poca ventilación, así como intentar eludir al máximo la exposición a las partículas procedentes de estornudos, o de tos”, remarca el doctor.