Por más raro que suene su nombre, el Síndrome de Ménière no deja de ser un problema auditivo que afecta a muchas personas, entre ellas, al escritor Gregorio Duli o a Carme Chaparro. El mes pasado, la periodista contaba en sus redes sociales que “Yo vivo así. Con un pitido constante, como una emisión en alta frecuencia. De día es soportable. De noche, no tanto. Por el oído derecho casi no tengo audición. Y no hay más remedio que acostumbrarse.”
El Dr. Jordi Coromina, otorrinolaringólogo del centro médico Teknon, explica que “se trata de una enfermedad muy definida y fácilmente diagnosticable ya que, ésta triada -acúfenos, vértigos y pérdida de audición-, solo se da en este síndrome”. Su cura todavía no ha sido hallada, pero puede controlarse. “Nunca podremos revertir la pérdida de audición que se produce”, añade, “pero sí podemos controlar los síntomas y, sobre todo, espaciar e incluso eliminar por completo la crisis.”
En casos extremos de Síndrome de Ménière en los que no se consigue controlar la enfermedad, se puede optar por la inyección intratimpánica de gentamicina.
Aunque no existe un tratamiento definitivo para este síndrome, sí que hay distintas maneras de abordarlo. Primero, actuando en la crisis con mediación antivertiginosa y reposo. En segundo lugar, llevando a cabo un tratamiento de mantenimiento para evitar que se produzcan las crisis anteriores o intentar que disminuyan sus frecuencias con medicamentos como dimenhidrinato o sulpirida junto a betahistina y diazepam.
También se puede recurrir a inyecciones en el oído cuando todo lo anterior falla. Con las inyecciones de antibiótico gentamicina, “se busca destruir el oído interno, es decir, las células que hay en el vestíbulo para así conseguir anular el aparato del equilibrio y evitar la crisis. Se trata de un tratamiento muy novedoso que está dando excelentes resultados”, comenta el Dr. Coromina. Por último, en casos extremos en los que no se consigue controlar la enfermedad, se puede optar por una intervención quirúrgica denominada laberintectomía, consistente en la destrucción del aparato del equilibrio para eliminar sus funciones.
Si oyes pitidos o sufres vértigo, no lo dudes y ponte en contacto con nosotros.
Fuente: hola.com