Se trata de un quiste o fístula congénito, pero que puede manifestarse a cualquier edad. La mayoría se presentará antes de los 25 años.
Su aspecto es el de un «bulto» que aparece en la línea media del cuello, justo por encima de la nuez. Si se infecta (poco habitual), podrá reventarse, originando una fístula. Aunque suele ser asintomático, debe extirparse siempre, ya que en un 1% de pacientes puede malignizar.
Su tratamiento es quirúrgico. Nuestro equipo utiliza la llamada técnica de Sistrunk, que evita la reaparición del quiste.