Los antibióticos evitaron la extirpación preventiva de las anginas, pero ahora hay más casos de hipertrofia que precisan cirugía.
Generaciones enteras han pasado por el quirófano para que se las extirparan, de niños, las amígdalas y no pocos sufrieron en las décadas de 1950 y 1960 la mala experiencia de soportar una operación sin anestesia. Ahora, sus hijos y sus nietos ya no tienen que someterse a esta mutilación. Y de hecho, ya sólo se extirpan las amígdalas en casos muy determinados. ¿A qué se debe este cambio? ¿En qué casos está justificada la operación?