Se trata de una técnica que permite un tratamiento mínimamente invasivo de muchos de los problemas que afectan a las glándulas salivales, tanto las glándulas submaxilares como las glándulas parótidas, las cuales fabrican la saliva y la vierten en el interior de la boca.
Hay diferentes enfermedades que afectan a estas glándulas, especialmente la sialolitiasis, es decir la presencia de cálculos que obstruyen la glándula, impidiendo la eliminación de la saliva y provocando cólicos, inflamaciones y/o infecciones.
Hasta ahora el tratamiento de cálculos (o “piedras”) consistía en la extirpación de la glándula afectada, con la consiguiente cicatriz, el riesgo de lesionar el llamado nervio marginal, un postoperatorio doloroso, etc.
Gracias a una nueva técnica, la sialoendoscopia (endoscopia de las glándulas salivales), se puede extraer el cálculo sin necesidad de extraer la glándula afectada.
Para ello se introducen los endoscopios (pequeños tubos de 1,1mm de diámetro) en la glándula, a través de los cuales se extirpará el cálculo.
Esta técnica presenta una serie de importantes ventajas en relación a la cirugía clásica, como son: disminución del tiempo operatorio y de ingreso, anestesia mucho más ligera, ausencia de daños estéticos (entre ellos la cicatriz), menores molestias postoperatorias, conservación de la parte sana de la glándula, y rápida recuperación del paciente.