Se calcula que entre un 10 y 18% de las bajas laborales que se producirán este invierno pueden deberse a la gripe. La previsión de las cifras de vacunación entre los trabajadores españoles en 2015 -2016 es similar a la de otros años, ya que no hay ningún motivo por el que prever un aumento de las peticiones. Hace años, con la aparición de la gripe A, hubo una mayor concienciación que hizo aumentar las previsiones, aunque hace varias campañas que la cifra se ha relajado.
Las temperaturas elevadas y el otoño cálido que hemos sufrido han propiciado que hasta el momento haya menos pacientes en las consultas de los médicos de cabecera para acogerse a las campañas de vacunación de las respectivas comunidades autónomas. Según los datos que actualiza semanalmente la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, las tasas de gripe todavía no han sido elevadas, aunque la incidencia va en aumento con el paso de las semanas.
La gripe suele considerarse una patología de poca importancia. Si bien el cuadro habitual se considera benigno, su elevada contagiosidad y peligrosidad para los grupos de riesgo debe hacernos pensar lo contrario.
Vacunarse contra la gripe evita posibles enfermedades o complicaciones de las preexistentes derivadas del virus, sobretodo en aquellos grupos de riesgo. A nivel de salud laboral se intenta evitar el número de bajas causadas por este motivo. De hecho, se estima que un gran número de bajas podría prevenirse por medio de la vacunación evitando el contagio.
Enfermos crónicos de asma, diabéticos, embarazadas y personal sanitario son algunos de los grupos de riesgo que deben extremar las precauciones en esta época del año. Además de la vacunación, se pueden seguir unos consejos básicos para complementar la prevención, como lavarse las manos con frecuencia o taparse la boca al estornudar o toser.
La gripe suele considerarse una patología de poca importancia. Si bien el cuadro habitual se considera benigno, su elevada contagiosidad y peligrosidad para los grupos de riesgo debe hacernos pensar lo contrario. La vacunación de la gripe influye en un mayor nivel de salud de los trabajadores y, con ello, evita muchas de las otitis y sinusitis que se desarrollan como consecuencia de esta enfermedad.