Se trata de una técnica que ofrece un abordaje mínimamente invasivo de las lesiones malignas, al realizarse a través de la boca, mejorando la accesibilidad y el control visual de la intervención, lo que redunda en una mayor seguridad y accesibilidad.
La cirugía robótica transoral (TORS) ha conseguido asentarse en otorrinolaringología porque mejora los resultados, reduce los errores, y evita secuelas en el tratamiento de patologías faringolaríngeas, especialmente en el cáncer orofaringe. La TORS ofrece un abordaje mínimamente invasivo de las lesiones malignas, al realizarse a través de la boca, mejorando la accesibilidad y el control visual de la intervención, lo que redunda en una mayor seguridad y accesibilidad. Los resultados de la implantación de esta técnica en hospitales españoles como Hospital Germans Trías i Pujol (Badalona), por parte del Dr. Carlos Pollán y el Dr. David Virós, y el Hospital Rey Juan Carlos (Móstoles) serán presentados por la Comisión de Cirugía de Cabeza y Cuello y Base de Cráneo de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC) en su III Reunión de Primavera que se celebra en Barcelona.
Un reciente estudio publicado en American Journal of Otolaryngology concluye que TORS mejora la visualización, la destreza y el acceso del cirujano de cabeza y cuello frente a la técnica habitual. La cirugía robótica transoral nos permite un tratamiento mínimamente invasivo de las patologías que afectan a la región orofaríngea y aportan mayor precisión a los cirujanos de cabeza y cuello a la hora de abordar tumores localizados en una anatomía compleja.